General Motors enfrenta de lleno el impacto de los nuevos aranceles estadounidenses, pero sigue manteniendo el rumbo con una sólida estrategia de electrificación y una producción internacional eficiente, especialmente en Corea del Sur.
En el segundo trimestre de 2025, GM asumió un golpe arancelario de 1.100 millones de dólares, una cifra que ya se esperaba, pero que refuerza el peso que tendrán las tensiones comerciales en sus finanzas a lo largo del año. El director financiero, Paul Jacobson, advirtió que los costos podrían ser aún mayores en el tercer trimestre, en un contexto de incertidumbre global sobre los niveles arancelarios en distintos mercados.
A pesar de ese entorno desafiante, la automotriz estadounidense reportó ganancias ajustadas por EBIT de 3.000 millones de dólares, una caída de 1.400 millones respecto al mismo periodo del año anterior, con ingresos de 47.100 millones y 974.000 unidades entregadas a mayoristas. En la primera mitad del año, el beneficio antes de intereses e impuestos alcanzó los 6.500 millones, una baja de 1.800 millones frente a 2024.
Comparada con sus rivales, GM parece resistir mejor. Stellantis, por ejemplo, reportó una pérdida de 2.700 millones de dólares en el primer semestre, atribuida en parte a los aranceles, su reestructuración interna y un retroceso en ventas.
Corea y China apuntalan el negocio global
Una de las claves del equilibrio de GM es su eficiente producción en Corea del Sur, desde donde seguirá exportando modelos como el Chevrolet Trax, Trailblazer, Buick Envista y Encore GX a Estados Unidos. “Las operaciones de ensamblaje coreanas son muy, muy eficientes”, remarcó la CEO Mary Barra.
Por otro lado, China vuelve a convertirse en un pilar estratégico. Tras reorganizar sus operaciones en ese país, GM logró un crecimiento del 40% interanual en ventas durante el segundo trimestre, con 521.000 unidades entregadas y 6.100 millones de dólares en ingresos. Un dato clave: cerca del 50% de esas entregas corresponden a “vehículos de nueva energía” (NEV), incluidos eléctricos e híbridos.
Vehículos eléctricos, combustión y flexibilidad
En un contexto en el que el crecimiento de los vehículos eléctricos (EV) se desacelera en Estados Unidos, GM redobla su apuesta por hacerlos rentables en todas las gamas, desde modelos básicos hasta los de lujo. Cadillac asegura ser hoy la marca de lujo número uno en vehículos eléctricos y la número cinco del ranking general.
A nivel local, GM entregó 1,44 millones de vehículos en EE.UU. en la primera mitad de 2025, con una participación del 17,4% del mercado y un dominio claro en los segmentos de pickups y SUV grandes. Además, Chevrolet escaló al segundo lugar entre los fabricantes de EV, con un incremento del 146% interanual en el segundo trimestre.
Sin embargo, GM no abandona la combustión. La automotriz anunció una inversión de 900 millones de dólares para desarrollar un nuevo motor V-8 destinado a sus camionetas y SUV de próxima generación, con mejoras del 4% al 6% en eficiencia de combustible. Su producción comenzará en Tonawanda, Nueva York, antes de 2027.
Inversiones a futuro e incentivos
Hasta 2027, GM tiene comprometidos 4.000 millones de dólares en inversiones en fábricas estadounidenses, aprovechando el exceso de capacidad disponible en la industria. Plantas como Fairfax Assembly en Kansas, que producirá tanto el nuevo Chevy Equinox a combustión como el próximo Chevy Bolt EV, simbolizan la flexibilidad productiva que la marca considera clave frente a la volatilidad del mercado.
Mary Barra resume la visión estratégica con una frase clara:
“Creemos que nuestro futuro está en los vehículos eléctricos rentables. Este sigue siendo nuestro norte”.