El siete veces campeón del mundo pide mayor poder para los pilotos, que quieren poder colaborar plenamente con la FIA en la toma de decisiones relativas a este deporte.
Entre Mohammed Ben Sulayem y los pilotos de Fórmula 1, el hacha de guerra aún no está enterrada. El presidente de la FIA ha tomado en los últimos meses ciertas medidas que han irritado sensiblemente a los veinte integrantes de la parrilla de salida, amenazados con fuertes sanciones en caso de decir malas palabras.
Entre los pilotos, el que más se escucha es sin duda Max Verstappen, que no oculta su opinión sobre las decisiones que toma el ente rector, en particular sobre las palabrotas. George Russell y Carlos Sainz también están en primera línea, ayudados por su posición como representantes de la GPDA, la asociación de pilotos, lo que les permite transmitir los mensajes que comparten sus compañeros.

Presente en la rueda de prensa junto a su ex compañero de equipo en Mercedes, Lewis Hamilton también se posicionó al pedir una mayor inclusión de los pilotos en el proceso de toma de decisiones de la FIA. Creo que la GPDA está muy unida. “Todos queremos colaborar más estrechamente con la FIA”, asegura el siete veces campeón del mundo. “Creo que cada uno de nosotros quiere que el deporte evolucione en la dirección correcta”. Por supuesto, la comunicación ha sido un desafío a lo largo del tiempo. En última instancia, realmente no tenemos ningún poder de decisión en la mesa, y creo que eso debe cambiar”.
Si observamos otros deportes que tienen sindicatos, quizás esto también ocurra en la F1. “Como dije, no pretendemos controlar las cosas; solo queremos colaborar más y que se escuche nuestra voz”, continuó el piloto de Ferrari. “Porque si las decisiones las toman personas que nunca han estado en nuestra posición, es importante aportar nuestro punto de vista como pilotos”. Y eso es todo lo que estamos tratando de hacer”.

Mohammed Ben Sulayem no está precisamente en la buena página de los pilotos y también se enfrenta a algunas fricciones internas, materializadas en particular por la dimisión sorpresiva e inmediata de Robert Reid hace unos días. El escocés ocupaba anteriormente el cargo de vicepresidente de la Federación.