A principios de este mes, BMW confirmó sus planes de poner a la venta un vehículo de hidrógeno en 2028 con un poco de ayuda de Toyota, pero dos años antes de que eso suceda tendremos este SUV Nexo de segunda generación de Hyundai.

Al sustituir algunas de las curvas del Nexo actual por líneas rectas más elegantes y definidas, la nueva versión parece haber mejorado la naturaleza práctica del SUV gracias a su parte trasera ligeramente más vertical. La forma cuadrada muestra un vínculo familiar con el nuevo Santa Fe desde los pilares B hacia adelante, aunque la distancia entre ejes más corta y el característico efecto de la cintura del Nexo en la parte posterior de la puerta trasera hacen que sea fácil distinguirlos.

Cuando se quite el pesado disfraz el año que viene, a tiempo para el modelo 2026, esperamos ver una barra de luces que ocupe todo el ancho del morro. Pero a juzgar por la posición de las luces en la parte trasera de este prototipo, el diseño de la cola es bastante diferente del que se vio en bocetos anteriores (no verificados), que colocaban las luces traseras a ambos lados de la ventana.

Hyundai no ha publicado ninguna información sobre el sistema de propulsión del nuevo Nexo, pero es lógico suponer que será más potente y más largo que el SUV actual. Genera sólo 161 CV (163 PS / 230 kW), junto con 291 lb-ft (395 Nm), y tiene una autonomía EPA de 380 millas (611 km). Algunas fuentes sugieren que el nuevo Nexo aumentará su autonomía a 497 millas (800 km).

El prototipo Hyundai Nexo 2026 demuestra que el hidrógeno llegó para quedarseEl Nexo original salió a la venta en Estados Unidos en 2018, antes de llegar al Reino Unido al año siguiente y a Australia en 2021. Pero es algo poco común, ya que las ventas estadounidenses se limitan a California, donde la disponibilidad de puntos de reabastecimiento es mejor, aunque menos buena que después de que Shell cerrara varias estaciones a principios de este año.

En enero, en la CES de Las Vegas, Hyundai anunció dos enfoques para la producción de hidrógeno: el de conversión de residuos en hidrógeno y el de conversión de plástico en hidrógeno. El programa de residuos implica la conversión de alimentos y estiércol de ganado en biogás, que luego se trata para capturar hidrógeno, mientras que su esquema hermano crea el gas fundiendo plásticos no reciclables.