La tendencia de resucitar viejos mitos de la automoción como nuevos modelos eléctricos parece que todavía no ha tocado techo. Ahora es el turno de Ford, que nos ha sorprendido a todos devolviendo a la vida al Capri, el emblemático cupé que con su propulsión trasera tradicional, sus potentes motores, su peso ligero, sus precios asequibles, sus triunfos en competición y sus apariciones estelares en cine y televisión, supo ganarse el cariño de varias generaciones de entusiastas conductores entre los años sesenta, setenta y ochenta.
La marca del óvalo quiso mostrar a puerta cerrada una de las primeras unidades de este nuevo Capri que, siguiendo una vía similar a la del Puma en su momento, se nos revela como un crossover eléctrico que promete unas prestaciones a la altura de su leyenda, sin renunciar al confort ni a la practicidad.
El Ford Capri 2024 ejecuta la tarea, no siempre fácil, de trasladar ciertos rasgos característicos del pasado a un diseño que cumpla con los cánones modernos. En su caso, la traslación de una silueta cupé baja y estilizada a un perfil crossover con una línea de cintura elevada da como resultado, para empezar, un frontal monobloque sin apenas entradas de aire, como manda la costumbre en los modelos eléctricos.
En los laterales lo más llamativo es, aparte del techo rebajado con el portón trasero descendente, la manera en que Ford ha adaptado las características ventanillas posteriores del Capri original a este esquema de cuatro puertas, recurriendo para ello a la combinación de una ventanilla trapezoidal con una tercera ventanilla semiovalada.
Por último, el interior del Ford Capri 2024 se muestra muy similar, por no decir idéntico, al de su pariente Explorer, con todo lo bueno que ello promete en materia de visibilidad, ergonomía y confort. La gran diferencia de carácter la aportarán unas tapicerías y guarnecidos inéditos, de corte deportivo, al igual que el volante que adopta unos apoyos más abultados para los pulgares y un tercer brazo más estrecho con efecto aluminio y dos orificios decorativos que, nuevamente, recuerdan a los volantes de los Capri originales.
La dotación para el conductor se circunscribe a una pantalla de 5 pulgadas que actúa como panel de instrumentos, además de integrar en su extremo derecho el mando de la transmisión automática. Su complemento es la pantalla multimedia vertical de 14,6 pulgadas que acoge el sistema SYNC, dotado entre otras funciones con navegación conectada, el manejo del climatizador bizona y la compatibilidad sin cables con Android Auto y Apple CarPlay. Aunque, curiosamente, su función más práctica es analógica 100%: un mecanismo basculante permite alterar a nuestro gusto la altura y la inclinación de esta pantalla, dejando al descubierto en su posición más elevada un generoso espacio de almacenamiento privado.
El Ford Capri 2024 es el segundo modelo de la marca en utilizar la plataforma eléctrica MEB. Por tanto, ofrece los dos mismos esquemas de propulsión que ya conocemos del Explorer: un único motor en el eje posterior con 286 CV (quizá, la mejor elección para los puristas) o dos motores con una potencia conjunta de 340 CV y las ventajas de la tracción integral.
No obstante, y siguiendo la comparación con un Explorer que nos obsequiaba con un puntillo de dinamismo que volvía muy agradable su manejo, es de esperar que este Capri adopte un planteamiento mucho más dinámico en todas sus facetas, desde los tarados de la suspensión hasta la entrega misma de la potencia. Por el momento, ambos parientes clavan sus cifras de rendimiento declaradas, con una velocidad máxima de 180 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h de 5,3 segundos para la mecánica más potente.
La vitalidad del nuevo Capri residirá en sus baterías, idénticas también a las disponibles en el Explorer con la misma química NMC (níquel-manganeso-cobalto) y las mismas capacidades netas de 77 ó 79 kWh. Donde sí consigue marcar diferencias es en el apartado de la autonomía, que aumenta hasta los 627 km en el caso de la variante de un único motor.